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WORDS _____ Legi Alonso

PHOTO _____ Adri Menéndez // Legi Alonso

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DENEV es una marca de tablas hechas en el país vasco, cuyo shaper es Chris Hunt, un australiano con un talento fuera de lo común en todo lo concerniente al noble arte del shape y la ingestión de cebada.

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Pues bien, acabo de fichar por DENEV.

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Lo mejor de tenerles como sponsor no son las tablas gratis, el acceso constante a nuevos diseños o despreocuparme en caso de romper una al pegar un brinco. No. Para mí tiene mucho más valor haber estado sentado a la mesa junto a ellos durante la conversación en la que se eligió el nombre. Haber garabateado logos, contratos e incluso la estructura de la web en una servilleta de bar, mientras bebíamos birras y divagábamos acerca de llevar a cabo una marca que molase de verdad, basada en unos principios íntegros heredados de Gilito, acompañados por una imagen honesta, creada únicamente para comunicar la forma en la que concebimos el surf.

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En definitiva, lo mejor de toda esta historia es haber podido formar parte desde el minuto uno, desde que DENEV ni siquiera era DENEV.

Seguramente eso es lo que vaya a recordar con más ternura dentro de 20 años, en lugar de tal o cual tabla. Cada tabla y cada aéreo son sólo garabatos en la arena en medio de un vendaval.

Es por ello que este proyecto supone para mí una nueva etapa a diferentes niveles, como surfista y como persona, con el valor añadido que otorga el paso de una idea a un hecho teniendo como único motor la voluntad. ¿Acaso no trasciende todo esto las reducidas dimensiones de un sticker?

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Realmente me ilusiona ver cómo esa gente se alegra cada que vamos a visitarlos [quizás porque les llevamos birras y palmeras de chocolate], poder compartirlo con amigos de verdad, como Adri, que en este caso me acompañó a DENEV para estar charlando, bebiendo y [no]surfeando en familia durante unos días.

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Me flipa que en pleno siglo XXI, en que las cifras y la ultra productividad se anteponen a todo, una iniciativa así aún luche por tener cabida y que yo pueda tirarme a sobar en el mismo sitio donde me hacen las tablas porque ya no me entre otra birra a causa de mi shaper. A mí eso me parece un privilegio y no cosa de gitanos.
Me flipa haberme pasao por el forro al resto de participantes del primer campeonato del mundo de triples de ‘cervecesto’ DENEV.

Me flipa que aún sigan haciendo gracia las bromas de pedos o de pollas mientras intentamos generar un contenido mínimamente profesional [en tíos como nosotros abruma la evidencia de nuestro antepasado simiesco. Si Darwing se hubiera dao un rule por DENEV, se habría ahorrao el viaje hasta las Galápagos].
Me flipa comprobar cómo la familiaridad no tiene por qué estar reñida con la seriedad y, repito, me flipa ser partícipe de todo esto en un momento en que las marcas no son más que meras corporaciones y los surfistas meras marionetas y los shapers mera imagen y los textos/blogs una mera pérdida de tiempo.

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Ser partícipe y dar forma a todo esto tal vez no conduzca a nada, pero es un privilegio al que no muchos tienen acceso. Por eso espero que la gratitud sincera compense unas líneas mal escritas.

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DENEV es una marca nueva. Posee unas instalaciones del carajo, un shaper que viene de hacer tablas para la ‘cream de la cream’ en Australia, bajo firmas como Pyzel, Chilli, JS o Sharp Eye. Y está sujeta a unos estándares muy -pero que muy- por encima de la media nacional, en cuyo epicentro, Sopelana, tienen montado su garito.
Yo soy de un pueblín del interior de Asturias en el que confunden una tabla de surf con una piragua de río. Soy ya algo viejo y no especialmente talentoso. Aún así, la peña de DENEV tiene cierta estima hacia mi persona y mis opiniones. Por tanto, cuando antes dejaba intuir que lo que menos me importaba de haber fichao por una marca de tablas eran sus tablas, no mentía descaradamente ni tampoco me las estaba dando. Sólo trataba de explicar el valor que tienen para mí ciertos detalles inexplicables e incalculables.

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En el contexto actual de mi vida, lo que verdaderamente aprecio es sentirme vivo, despierto, relevante ante ciertas miradas que admiro… Sentir que soy sincero conmigo mismo en relación a lo que digo y lo que hago, volcado sólo con la gente que en mí se vuelca y plenamente satisfecho de seguir viviendo como cuando Gilito vivía: mañana es martes y me la suda, como si es viernes. He decido coger el coche porque sí, para ir ver a unos colegas que de puertas afuera son un ‘marcón’ y de puertas adentro, lejos de conspirar sobre dinámicas de mercado o devanarse los sesos con nuevos e intrincados shapes, seguramente estén partiéndose el culo con bromas directamente relacionadas con dicha parte del cuerpo.

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*Disculpas por la cuestionable calidad de lo que acabas de ver. Todo en este artículo es de andar por casa.

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DENEV is a brand of boards made in the Basque Country, whose shaper is Chris Hunt, an Australian human been with an uncommon talent in everything concerning the noble art of shaping and barley eating.

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Well, I’ve just signed up with DENEV.

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The best thing about having them as a sponsor is not the free boards, the constant access to new designs or not having to worry about breaking one in a jump. No. For me it is much more valuable to have been sitting at the table with them during the conversation in which the name was chosen. To have scribbled logos, contracts and even the structure of the website on a bar napkin, while drinking beers and rambling about creating a brand that really rocks, based on the principles of integrity inherited from Gilito, accompanied by an honest image, created solely to communicate the way we conceive of surfing.

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In short, the best thing about this whole story is to have been able to be part of it from minute one, since DENEV wasn’t even DENEV.

Surely that’s what I’ll remember more fondly in 20 years’ time, rather than this or that board. Every board and every aerial are just scribbles in the sand in the middle of a gale.

That’s why this project represents a new stage for me at different levels, as a surfer and as a person, with the added value that comes from moving from an idea to a fact, with will as the only driving force. Doesn’t all this transcend the reduced dimensions of a simple sticker?

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It really excites me to see how these people are happy every time we go to visit them [maybe because we bring them beers and chocolate palms], to be able to share it with real friends, like Adri, who in this case accompanied me to DENEV to be chatting, drinking and [not]surfing with the family for a few days.

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It blows me away that in the 21st century, when figures and ultra-productivity come before everything else, an initiative like this still struggles to have a place and that I can lie down and have a drink in the same place where they make my boards because I can’t get another beer because of my shaper. I think that’s a privilege and not a gypsy thing.
I’m thrilled to have passed by the rest of the participants of the first DENEV ‘cervecesto’ Triple World Championship Tour.

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It amazes me that fart or dick jokes are still funny while we try to generate a minimally professional content [in guys like us the evidence of our ape-like ancestry overwhelms us. If Darwing had taken a roulette around DENEV, he would have saved himself the trip to the Galapagos].
It’s great to see how familiarity doesn’t have to be at odds with seriousness and, I repeat, it’s great to be part of all this at a time when brands are nothing more than mere corporations and surfers mere puppets and shapers mere image and texts/blogs a mere waste of time.

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Being part of and shaping all this may not lead to anything, but it is a privilege that not many have access to. So I hope that sincere gratitude will compensate for such poorly written lines.

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DENEV is a new brand. It has a great facility, a shaper who comes from making boards for the ‘cream of the cream’ in Australia, under brands like Pyzel, Chilli, JS or Sharp Eye. And it is subject to standards far – but far – above the national average, in whose epicentre, Sopelana, they have set up their HQ.

I’m from a small town in the interior of Asturias where they mistake a surfboard for a river canoe. I’m already a bit old and not particularly talented. Even so, the DENEV crowd has a certain esteem for me and my opinions. So, when I hinted earlier that the least important thing for me to have signed up with a surfboard brand was their boards, I wasn’t blatantly lying and I wasn’t giving them to me. I was only trying to explain the value that certain inexplicable and incalculable details have for me.

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In the current context of my life, what I really appreciate is feeling alive, awake, relevant to certain looks I admire. Sincere with myself in relation to what I say and what I do. I’m only devoted to the people who are devoted to me and fully satisfied to go on living like when Gilito was alive: tomorrow is Tuesday and I don’t give a damn, it doesn’t matter if it’s Friday. I’ve decided to take the car to go and see some colleagues who from the outside are a ‘marcón’ and from the inside, far from conspiring about market dynamics or racking their brains with new and intricate models, they are probably busting their asses with jokes related to that part of the body.

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*Apologies for the questionable quality of what you have just seen. Everything in this article is raw.

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